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Queens – Celina Álvarez refleja la problemática que enfrentan algunos empleados hispanos que no tienen derecho a días de enfermedad en Nueva York.
Álvarez, ex trabajadora de la Taquería El Ídolo, de Elmhurst, Queens, perdió su empleo recientemente por faltar a su puesto por sufrir una seria dolencia causada por estrés en el trabajo, según le dijo su médico.
“Yo era una empleada dedicada hasta que un problema serio en el corazón me obligó a ir al hospital”, dijo durante un rally organizado ayer en su apoyo por la organización especializada en defender los derechos de los inmigrantes, Make the Road New York. “Cuando me recuperé lo suficiente para regresar a mi puesto, me encontré con que no tenía ya trabajo. La estancia en el hospital me salvó la vida, pero me costó el empleo”.
Álvarez se queja además de que su patrono, Rubén Quizhpi, es también latino y aún así no mostró ninguna compasión. Quizhpi no estaba disponible para dar su versión a la prensa.
“Lo más triste es que los mismos hispanos nos tratan como si fuéramos unos animales, obligándonos a trabajar muchas veces 12 horas al día, y eso no es justo”, resaltó la ex empleada.
Una propuesta para asegurar el pago de los días de enfermedad a los trabajadores de Nueva York se encuentra aún a debate en el Concejo de la Ciudad. El proyecto tiene 37 apoyos, pero aún no se ha logrado que sea llevado a votación para su aprobación.
La medida garantizaría que en los trabajadores de empresas con más de cinco empleados recibirían días de enfermedad pagados – nueve para los negocios con más de 20, y cinco días para los que tengan entre cinco y 20. Aquellos que tengan cuatro o menos, sólo deberían dar hasta cinco días de enfermedad no pagados, pero estarían obligados a mantener al trabajador en su puesto.
Algunos dueños de pequeños negocios son los primeros en apoyar esta propuesta.
“Nadie planea ponerse enfermo”, declaró Amalia Cisneros, dueña del Centro Naturista Amalias, una pequeña empresa también de Elmhurst. “Siempre prefiero que mis empleados tengan tiempo de descanso para recobrar sus energías y poder luego hacer bien su trabajo.
Así que sí creo que se debería aprobar una ley que proteja a los que sufren injusticias en su lugar de trabajo”.